Dirección general y guión: Clara Andrade
Dirección Teatral: Seba Villar
Dirección coreográfica: Gimena Torti
Fotografía: Daniel Truchi
Edición de video/imágenes: Virginia Covelli
Escenografía: Mariana Pellejero
espíritu de fuga. A esto se deben su aburrimiento,
sus distracciones y sus fantasías. Vive comparándose
con los demás, especialmente con sus hermanos
(tan brillantes todos, tan limpitos!). Se siente frustrada
por no encontrar su talento. Su mundo interno es
muy rico, pero el externo no ayuda a que se manifieste
su esencia. Las estructuras la asfixian (academia,
srta petrucelli, sra rocamadour, obligaciones...).
Sus padres no son malos, pero son muy estructurados
y se olvidan de soñar a veces; fueron devorados por
la realidad y quieren que sus hijos tengan éxito en
esa vida “real”. Se centran en el exterior para medir
el valor del éxito. Sin embargo la adoran y les
preocupa que no se adapte al mundo convencional,
por eso son tan exigentes. Catalina se frustra porque
no quiere decepcionar a sus padres. Siente que la
quieren pero no la respetan. Es apenas una niña de siete años, angustiada, frustrada y un
poco neurótica, pero tiene un corazón repleto de magia que espera salir. Es muy sensible
y vulnerable, bastante inquieta y curiosa. Ella es la creadora del Circus Oniricus, pero
no puede creerlo, el circo tiene como objetivo Recordárselo.
elevado en sus pensamientos y con la posibilidad de
canalizar mensajes de la sabiduría cósmica. Es un
apasionado por el Universo y la Vida, pero siempre conserva
el equilibrio interno. Es una suerte de yogui planetario, un
ser que conoce de los secretos del universo pero aún así
respeta el misterio. Es aquel que manifiesta su equilibrio
interno en el afuera y sintoniza con la galaxia para
traerle mensajes a Catalina (sólo aquello que la niña
esté preparada para oír).
ensueño desde tiempos inmemoriales. Algunos dicen que
tiene más de mil años, pero en los sueños el tiempo es
relativo (en el mundo real también, pero esa explicación
se la dejamos a Einstein). Digamos que es una chamana
del mundo onírico. Está un poco baqueteada de tanto ensoñar,
y un poco lunática también. Es misteriosa y disparatada como
un buen sueño. Practica danzas exóticas y teje telarañas
con agujas de condensación y desplazamiento
(mecanismos oníricos descritos por el amigo Freud en
el 1900, algunos creen que fue Imix la que le dictó la
teoría a Sigmund mientras dormía...). Es una maestra
ancestral, es la pachamama del reino onírico. Es inquisidora
y reflexiva, su método socrático la convierte en una especie
de partera del conocimiento que cada cual lleva adentro, por
eso lleva a Catalina a que encuentro la verdad desde su
propia lógica.
de Catalina en el plano onírico, por efecto de la condensación
es una exacerbación de la personalidad de Catalina
(es más distraída, más traviesa, más torpe, más quejona,
más emocional...). Es buena y voluntariosa, quiere pertenecer
al circo pero no le sale nada. Esto la frustra...lo que pasa
es que busca por lugares incorrectos, es el mismo
aprendizaje que tiene que hacer Catalina en su mundo
“real”, y paradójicamente es la niña maga quien la ayuda
en esta tarea. Catalana permanentemente manifiesta su
esencia, pero no lo puede ver.
anfitriona del CIRCUS, es muy complaciente y respetuosa,
es barroca y exacerbada. Muy voluntariosa y dedicada,
este personaje es la intérprete de Catalana, es la única
que entiende su idioma e incluso tiene la capacidad
de responderle en el mismo idioma. Por esto quiere ayudar
a Catalana a que encuentre su función en el circo.
Las palabras son para ella, los hilos que enlazan los mundos,
se engolosina con las palabras y su lenguaje es barroco
y exagerado. El circo es su hogar y está dispuesta a dar
todo en el escenario. Tiene una cuota de ironía,
que maneja sutilmente (“tiene un lenguaje exquisito...”etc.).
Es la única que ve al narrador cuando presenta los actos,
incluso es la que lo echa cuando Catalana anuncia a las
ninfas lunares. Es una obra onírica. Todo es posible.
del mundo de los elfos. Posee luz propia, es etérea.
Su luz es dulce como una melodía que se posa lentamente
sobre el corazón. Destila magia a su paso, proyecta su luz
para esclarecer el corazón de Catalina. Es maternal,
cuidadosa, comprensiva y amorosa con la niña maga.
Es la gran dama del circo y por eso todos los personajes
la respetan y la admiran. Ella es una gran conocedora
de los integrantes del circo, es guardiana del Circus
Oníricus. Sabe leer el corazón de los seres y es capaz de
sanar heridas con una palabra. Es dulce y delicada.
Sus vestimentas blancas y etéreas reflejan la pureza
de su corazón.